Un libro, es una maquina del tiempo. Nos transporta a momentos pasados, presentes y futuros, lugares mágicos, tenebrosos, reales o irreales, pero también es una máquina emocional. Nos hacen reír, llorar, enfadarnos y empatizar e identificarnos con los personajes. Algunas veces, nos hacen enamorarnos y otras odiar.
Son muchos los beneficios que nos ofrece el simple acto de abrir un libro. No solo es ocio, no solo es leer. Es una actividad, es un acto de autocuidado que activa todo nuestro mundo Psicológico cognitivo, emocional y social. Nos ofrece numerosos beneficios para nuestra salud mental.
Ejercicio para nuestro cerebro. La Lectura mantiene nuestro cerebro activo
Cuando leemos, comprendemos y ordenamos conceptos. Relacionamos ideas y moldeamos e incrementamos nuestra imaginación, así como la destreza lingüística y capacidad de aprendizaje. Perdernos entre las hojas de un libro, estimula la actividad neuronal y mejora la capacidad intelectual. A través de la lectura, trabajamos funciones cognitivas, mejorando nuestra capacidad de atención y memorística. Leer es una herramienta placentera que ayuda a prevenir la aparición de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Respiro Cerebral.
Permitirnos desconectar, es muy necesario para nuestra salud mental pero, no siempre nos resulta fácil. Los problemas y preocupaciones del día a día, suelen arrastrarnos hacia un incremento de la ansiedad o el estrés. Nuestra atención se “engancha” en pensamientos recurrentes o rumiaciones que actúan como disparadores e incrementan y mantiene cuadros de estrés y ansiedad. Leer, nos facilita redirigir y focalizar nuestra atención, ayudándonos a desactivar los pensamientos recurrentes, favoreciendo la relajación y por tanto, reduciendo ciertos síntomas de ansiedad. Si leer, forma parte de nuestra higiene del sueño, mejoraremos la conciliación y calidad del mismo, consiguiendo un sueño más reparador y por tanto un descanso más sanador y eficaz.
Medicina para la Soledad.
Navegar entre páginas, perdernos en historias, nos hace mantener conectado nuestro cerebro a nivel social. En esos momentos, en los que la realidad puede resultarnos vacía, la lectura nos ofrece un refugio activo que trabaja a nivel neuroquímico, evitando que nos desplomemos hacia agujeros más profundos.
Comprensión empática
El conocimiento que nos aporta la lectura, sobre otras culturas, situaciones, lugares y personas, desarrolla la capacidad de conectar a nivel emocional con los distintos personajes. Identificarnos con ellos, nos permite conocernos y expresarnos emocionalmente, nos ayuda a construir, nutrir y transformar nuestro autoconcepto, mejorando la autoestima. Leer, es un productivo trabajo en habilidades sociales. Desarrollamos empatía, comprensión emocional hacia los demás y sobre nosotros mismos, facilitando la asertividad. Por tanto, podemos decir, que la lectura nos ayuda a trabajar y mejorar nuestra inteligencia emocional. Sí, los libros no enseñan sobre nosotros mismos.
Parece increíble, como si de una historia fantástica se tratara, todo lo que podemos descubrir, aprender y compartir, con algo tan sencillo como puede ser un libro .¡Quien no ha tenido alguno, alguna vez en sus manos! Quizás, no sabias todo lo que puede aportarte. Leer no solo es un placer, es un viaje hacia nosotros mismo, una aventura psicológica y emocional. Es medicina, es autocuidado, es un salvavidas, es salud.